Después de años de desolación económica, cada vez parece más evidente que la salida que queda para que una sociedad avance y crezca es estimular al emprendimiento, para crear una riqueza sostenible y por consiguiente más empleo para el país.
Los proyectos de emprendedores pueden y deben generar riqueza sostenible siempre que las ideas empresariales sean validadas por el mercado y triunfen dentro de la sociedad.
Emprender es entender los problemas y las necesidades sociales y desarrollar productos que socialmente sean más resolutivos y competitivos.
Emprender nunca debe estar asociado solo a tener dinero, sino a arriesgar. Si un proyecto es útil y se ajusta a las necesidades sociales del mercado, será un emprendimiento de éxito que generará financiación desde un tiempo temprano, lo que permitirá hacer viable el proyecto.
La fórmula del éxito de un país reside en el potencial de sus emprendedores y de ajustarse a los requerimientos sociales necesarios para conseguir ser una sociedad más feliz y más justa.
